Con la llegada del ingeniero Santiago Aguerrevere al sitio que bautizó con el nombre de “Puerto Ayacucho”, en 1924, también vinieron a estas tierras los primeros médicos y
enfermeras.
La crónica revela que Aguerrevere se instaló por los lados del muelle, en la actualidad en la entrada del barrio “Aguao”, allí donde funciona en la actualidad el hotel “Orinoco”. El sitio se le llamaba “Caramacatal”, por estar abundado de matas de Caramacate, según apuntaba el cronista Plácido Barrios.
Cuando el constructor de la “carretera” arriba a “Perico”, que así le llamaban las
familias que ya habitaban en ese sitio, y los transeúntes que llegaban vía al Alto Orinoco o a Ciudad Bolívar, llega con sus obreros, técnicos y trae consigo al doctor Ignacio Méndez Llamozas quien venía acompañado de su ayudante, la enfermera Margarita Barrios. Estas serán las dos primeras personas, que se tengan en cuenta en los anales de nuestra historia,º
como
los primeros conocedores de medicina que pisaron estas tierras con el fin de
contribuir con su fundación, creación o construcción, como lo quieran llamar.
El experto ingeniero Aguerrevere, mandó a construir con sus obreros varios ranchones para hospedar a su tropa de trabajadores y, entre esas construcciones hizo una que sirvió como dispensario para atender algunos accidentes en el trabajo diario. Nos imaginamos que fue un pequeño lugar con medicamentos básicos para el tratamiento de lesiones menores y un pequeño catre para sentar o recostar a las personas con algún problema.
Ese sería, el primer dispensario médico que existió en Puerto Ayacucho y los ya nombrados, sus primeros galenos y enfermeros.
A finales de 1926, Aguerrevere viaja a la ciudad de Caracas a curarse un presunto paludismo que contrajo en estas tierras, no regresó más. La carretera finalmente se concluye hasta Samariapo en 1928 y no hasta Morganito, donde estaba proyectada.
Desde allí en adelante, los médicos se marcharon. No será
sino hasta 1933, con la llegada de los
Salesianos, que vendrán con Hermanos a tratar de inculcar la religión y algunos principios básicos de convivencia.
La crónica salesiana -muy rica en documentos y fotos- nos
refiere que cuando arriban a Puerto Ayacucho, 11 de septiembre de 1933,
lo hacen en los viejos ranchones dejados por Aguerrevere y sus jornaleros. Crean la “enfermería de la misión” (el encargado del
mismo fue el padre Gregorio Odúber). Y relatan: “Comenzó
a funcionar desde las primeras horas de nuestra estancia…en la primera noche, después
de llegados, pudimos salvar a un hombre mordido por una culebra…muchos se beneficiaron
de nuestro remedios y enfermería…hasta de lejos vienen… de San Fernando (Atabapo), Carreño, de Sapo…” Y por allí, con
sabrosa y amena descripción los salesianos confirman que
“En el Territorio, de extensión enorme, no existe médico alguno. En Bolívar hallarían el
primero…” (En el Jagüey: PP/70-71).
Así las cosas, como no había médicos, las crónicas nos
reflejan que “el 4 de febrero de 1934, viaja a
Ciudad Bolívar en la nave “Santa María” el hermano salesiano Kur Sttefler,
quien piensa ir a Caracas a curarse una erupción cutánea rebelde” (Idem:p/91).
No será, sino hasta el 26 de octubre de 1937 - sigo con la
fuente salesiana - cuando llega el
primer médico, contratado por el Ministerio de Sanidad (así se llamaba para ese
entonces) Dr. Manuel López Rivas a Puerto
Ayacucho, quien haría la primera pequeña operación
en nuestro territorio, acompañado de su colega José Manuel Guzmán Guevara, quien habría arribado en enero de 1938 a Puerto Ayacucho.
La operación se la practican al Hermano Luis
Pogliani con la asistencia en enfermería o ayudantes, de los salesianos Padre Pedro
Storlaz y el Hermano Gregorio Odúber, (En el Jagüey. P/111).
Para ese entonces, según también nos comenta el cronista
Don Pedro Hermoso, no había hospital.
Sin embargo, en la crónica salesiana se menciona que el 11
de agosto de 1938
(Gobernaba el Territorio Amazonas el General Rafael Falcón) se bendijo solemnemente el Hospital “Simón Bolívar”, se refiere al local donde están ubicados actualmente los sindicatos, diagonal a la sede del partido Copei, en la calle Atabapo. Don Pedro Hermoso, nos comentó y así quedó escrito, que en esa construcción, nunca llegó a funcionar tal hospital, porque era muy grande y costaba dotarlo. El mismo sirvió como depósito de la Gobernación y como sede de algunas oficinas de la Guardia Nacional.
(Gobernaba el Territorio Amazonas el General Rafael Falcón) se bendijo solemnemente el Hospital “Simón Bolívar”, se refiere al local donde están ubicados actualmente los sindicatos, diagonal a la sede del partido Copei, en la calle Atabapo. Don Pedro Hermoso, nos comentó y así quedó escrito, que en esa construcción, nunca llegó a funcionar tal hospital, porque era muy grande y costaba dotarlo. El mismo sirvió como depósito de la Gobernación y como sede de algunas oficinas de la Guardia Nacional.
Donde sí funcionó un dispensario, fue en un cerrito
ubicado en el barrio Táchira, a ese local, el doctor Renato Planas, sucesor de Manuel López Rivas, lo bautizó con el nombre de Hospital “Dr. Plácido Daniel Rodríguez
Rivero”. Luego vendrá otro médico de apellido Agüero, y será el Dr. Ramón Kinsgley quien le borre ese nombre y le coloque el de “Dr.
José Gregorio Hernández”.
De igual manera, las crónicas nos dicen que “en el mes de julio…
y el 16 de diciembre de 1946 se le concede al Párroco celebrar unos
bautizos solemnes en el Hospital “José Gregorio Hernández”, que suponemos era en el
dispensario ubicado en la lomita del barrio Táchira.
Otros cronistas, que no son los salesianos, nos indican
que la primera piedra para la construcción del actual Hospital Dr. José
Gregorio Hernández fue colocada el 11 de mayo de 1951 por el Dr. José Manuel Guzmán Guevara;
sin embargo, dudamos de esa fecha, mientras no se corrobore con actas, porque Guzmán Guevara inicia su período de
gobierno en 1953 y lo culmina en 1958, a raíz de la caída de la dictadura del General
Marcos Pérez Jiménez.
También nos dicen estos cronistas, no muy seguros, que la
construcción del hospital se hizo con
una inversión de 2 millones, 500 mil bolívares de la época y con capacidad de
60 camas, para una población, para ese entonces,
aproximada de 3 mil habitantes.
Esto, a grosso modo, es una aproximación a la historia de
los dispensarios y hospitales construidos en Puerto Ayacucho, capital de
nuestra hermosa Amazonas, mientras tanto, como cronistas, continuamos investigando y
escarbando datos para dar con la verdadera historia…
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