Los españoles, léase los
Jesuitas, venidos desde Santa Fe de Bogotá, en el Virreinato de la Nueva
Granada, ya instalados en el valle del Casanare del río Meta, buscan extender
sus asentamientos hasta el Orinoco en el siglo XVII. Comenzaron su ejercicio
misionero con los Achaguas y Salivas del Meta. Ante la infranqueable barrera de
los Raudales de Atures, deciden explorar el Orinoco arriba de estas cataratas y
hacen su acercamiento desde Santa Fe de Bogotá a través de los actuales ríos
Ayrico-Guayabero y Guaviare - Bichada, principalmente. Las exploraciones
gubernativas, salen de la capital de la Guayana y también tratan de evitar los Raudales de Atures y
toman la vía del Meta-Pauto y descubren la red fluvial que forman los ríos
afluentes izquierdos del Orinoco: el Bita, el Adagua, el Tomo, el Tuparro y el
Vichada.
Según la continuación de
estos descubrimientos, el Orinoco sigue siendo (con mayor razón) un río
Amazónico, con sus nacientes en el Reino de Quito, gemelo del río Amazonas y es
la cosmovisión que perdurará durante dos siglos.
El Gobernador Fernando de
Berrío (1618-1622), sucesor de su padre, Don Antonio, intentó convalidar su
presencia gubernativa de la Guayana en el triángulo fluvial Apure-Orinoco-Boca
del Meta-Raudales de Atures y del otro complejo de los ríos Guaviare y Meta de hoy.
Este segundo Berrío estaba consciente de
la inmensidad de la Guayana y de ahí su afán por la proyección pobladora en
esta nueva área del triángulo Guaviare-Atures-Meta. Los otros Gobernadores que
le sucedieron, a pesar de que dirigieron sus esfuerzos hacia el Bajo Orinoco,
incluido la Isla de Trinidad, que durante un tiempo fue la Capital de la
Guayana, mantuvieron la llama sagrada de Quesada y Berrío: desde el Pauto al
Papamene, es decir, desde Orinoco hasta el Amazonas de Orellana.
En la segunda mitad del
siglo XVII los expedicionarios jesuitas y gubernativos entran a las cabeceras
de los llanos casanareños y descubren los ríos Ariari y el gran Ayrico y el
Guayabero-Guabiare-Inírida. El Orinoco
se expande en su geografía y posibilidades al intuir esa inmensa tierra que
cobija. El Pauto-Meta pasa a un segundo plano en importancia fluvial y nuestro
Río Padre se ensancha.
El 4 de junio de 1646 dos
jesuitas reciben la “Instrucción y Orden”
de su Provincial de Santa Fe de Bogotá y por expresa petición del Gobernador
de la Provincia de Guayana, Don Martín Mendoza de la Hoz y de Berrío (nieto del
primer Berrío) para llevar a cabo una inspección exhaustiva de ese Orinoco
nuevo amazónico, la posibilidad de aperturar misiones en el área y “para saber si en ese Orinoco entra algún
brazo de la banda del río del Pará o si
los indios que viven desta banda de la Cordillera se comunican con los otros de la ribera de dicho río de
Pará, que será de grande importancia saber si puede haber comunicación de una
banda a la otra sin salir a la mar.” Pará era la denominación portuguesa
inicial del río Amazonas. Como se ve, el Brazo Casiquiare era ya buscado un
siglo antes de la gesta del Padre Manuel Román y no solamente del lado del
Orinoco, sino del lado del Amazonas también, por los jesuitas estacionados en
Quito.
Ahora surge la cosmovisión
hidrográfica de un Orinoco amazónico que
fluye por unos nuevos ríos, recién descubiertos, el Guayabero o Guaviare, del
Caquetá-Yapurá y, por ellos dos, del Izá-Putumayo, como arterias fluviales
correspondientes a los dos grandes ríos gemelos: el Amazonas y el Orinoco.
Se puede ver hasta dónde
llegaba nuestra antigua Guayana y todo el territorio que hemos perdido con
nuestros “hermanos” colombianos y brasileros. Otro aparte es que, al parecer,
estos esforzados españoles defendieron mejor a nuestra Guayana, incluido el
Amazonas, contra los portugueses, que nuestros posteriores gobernantes
Republicanos después de la independencia, todos militares y supuestamente
“herederos de Bolívar” y “forjadores de libertades”, preparados para la guerra,
pero que no dispararon un tiro ni derramaron una lágrima por nuestros
territorios perdidos.
El Río
Orinoco que es el mismo Río Inírida-Guaviare es una idea que perduró
durante
200 años en la Cartografía Mundial. De esa manera éramos
un río gemelo del río Amazonas, naciente en
los Andes Quiteños.
Nota:
Todo lo aquí escrito ya ha sido escrito. Solamente hago las Crónicas.
0 comentarios:
Publicar un comentario