AMAZONAS: NUESTRA
HISTORIA Nº 24
LA
COMISIÓN DE LÍMITES
PASAJE DE LOS RAUDALES DE ATURES Y MAIPURES
Por: Miguel Guape *
Como habíamos dicho en la
anterior entrega, D. José Solano salió para El Raudal (Atures) (por primera
vez) el 15 de febrero de 1756 en
compañía de Ignacio Milhau, Vicente Doz y Nicolás Guerrero. Esta Misión de los
jesuitas fue refundada por el P. Francisco del Olmo en 1748. Antes, había sido
fundada y destruida en dos oportunidades. Alvarado le siguió con fecha 4 de
marzo. Iturriaga continuaba en Guayana con los otros quehaceres encomendados a
la expedición.
Los nombres de Raudales Atures y
Maipures los pusieron los misioneros españoles. Son los nombres de las tribus
que ahí habitaban. Los indígenas las llamaban Kituna y Mapara, que quiere decir
en lengua Caribe zona de montañas y zona de llanura, respectivamente.
Llegado a El Raudal, Solano busca
consolidar el sitio como una futura base de apoyo y a la espera del resto de
los expedicionarios. Las provisiones que había dejado Galán antes de morir, se
habían dañado y estaban a punto de perderse otras que estaban en la Misión de
Macuco, en el río Meta; las mandó a buscar de urgencia.
Entre el 25 y el 28 de marzo de
1756 pasó con sus embarcaciones los raudales de Atures con grandes dificultades
y peligros; lo guiaron 200 indígenas habitantes de la misión; se estacionó en
el futuro poblado de Maipures al cual fundó y ahí conoció al jefe de los
Guaipuinavy Crucero, de futura relevancia en nuestra historia regional. Regresó
a El Raudal.
En octubre de 1756 Solano salió y
llegó a Puerto Sano, donde estaba Iturriaga. Este decide ir con Solano hasta El
Raudal. Sale hacia Cabruta y La Encaramada, Misiones jesuíticas en el Orinoco
medio. Allí, por incoordinación con los jesuitas y falta de paciencia de
Iturriaga, no logra continuar a El Raudal.
Regresan a Cabruta y decide que
Solano parta a Santa Fe por El Meta en busca de ayuda en La Nueva Granada.
Salen para El Raudal Solano y Madariaga, adjunto de Iturriaga, el 28 de
diciembre de 1756. Alvarado estaba en Carichana.
En febrero de 1757 salió Solano
de El Raudal en búsqueda de ayuda y los primeros de abril ya estaba en Bogotá.
Las
gestiones de Solano en la capital virreinal fueron más rápidas. El Virrey Solís
le ofreció 100.000 pesos de ayuda. El presidente de la Audiencia de Quito se
excusó de enviarle lo solicitado, aunque no cerró las puertas a una posible
ayuda. A mediados de 1757 cuando se aprestaba a regresar al Orinoco para cruzar
el raudal de Maipures en la siguiente temporada de sequía, Solano recibió la
orden de Iturriaga de permanecer en Santa Fe hasta no tener alguna respuesta
concreta de Quito que, en los meses siguientes, ofreció 30.000 pesos de ayuda.
En enero de 1758 llegaban a Cabruta donde
estaba Iturriaga con el aval
de 130.000 pesos de las cajas virreinales, 1.500 arrobas de harina, armas,
legumbres secas y la mala noticia de la suspensión temporal del Tratado de Límites de
1750 y la
retirada de la Comisión portuguesa al Pará a causa de nuevas
tensiones entre España y Portugal por la dilación lusitana en la entrega de la
Colonia de Sacramento, en el río de la Plata. Ambos países acusaron a los
jesuitas de maniobrar para retrasar la puesta en marcha del Tratado.
Iturriaga le comunicó a Solano, su decisión de permanecer
en Cabruta. Los argumentos de Iturriaga no convencieron a Solano, incapaz de
aceptar aquella inacción. Frente al vacío de poder que significaba la actitud
de Iturriaga y colapsado el diseño colectivo de la expedición, Solano se sintió
con la suficiente libertad para tomar iniciativas y llevar adelante sus propios
planes al margen de la suspensión del Tratado.
En enero de 1758 se estaban
carenando las embarcaciones para pasar el raudal de Maipures. Alvarado estaba
en Carichana y Solano estaba enfermo.
Solano permaneció en Cabruta
hasta febrero de 1758. En esta fecha partió Solano para El Raudal y los raudales
de Maypures.
Se ha hecho énfasis y detallado
la cronología de Solano, el 4° Comisario de la expedición, porque hay
divergencias acentuadas de la fecha de la fundación de San Fernando de Atabapo,
que trataremos en la próxima entrega.
Iturriaga no mantenía
comunicación con su contraparte portuguesa, a pesar que lo estuvieron esperando
durante 2 años.
Los expedicionarios no eran precisamente un modelo de relaciones públicas y sobre todo Iturriaga y Alvarado. El 1er y 2° Comisario, además de pelear entre ellos, peleaban con las diferentes órdenes religiosas que estaban establecidas en el Orinoco. Por donde pasaban dejaban la estela de resquemor e incomodidad entre los religiosos e indígenas. Solamente el 4° Comisario Solano guardó la compostura y equidad en todo momento y he ahí, quizás, el origen de sus logros y que contribuyeron a su enaltecimiento y su posterior grandeza como persona.
Los expedicionarios no eran precisamente un modelo de relaciones públicas y sobre todo Iturriaga y Alvarado. El 1er y 2° Comisario, además de pelear entre ellos, peleaban con las diferentes órdenes religiosas que estaban establecidas en el Orinoco. Por donde pasaban dejaban la estela de resquemor e incomodidad entre los religiosos e indígenas. Solamente el 4° Comisario Solano guardó la compostura y equidad en todo momento y he ahí, quizás, el origen de sus logros y que contribuyeron a su enaltecimiento y su posterior grandeza como persona.
Así era Puerto Ayacucho hace 260 años: El 3er Pueblo-Misión de San Juan Nepomuceno de Atures (hubo 2 intentos de fundación antes). Fecha: 15 de enero de 1757.
En el plano:
1) Iglesia o Casa del Cura
2)
Casa del Soldado
3)
Cuartel
4)
Almacén de víveres
5)
Almacén de Marina
6)
Almacén de pólvora
7)
Casa del pueblo o
escolta
8)
Casa nueva no concluida
9) Casa de la expedición
Lo habitaban:
1) Maipures 214
2)
Yaruros 050
3)
Atures 014
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278 Fuera de Párvulos
Quedaba, al igual que las 2 anteriores fundaciones, donde actualmente está el Aeropuerto “Cacique Aramare”.
Nótese que había 14 Atures, los últimos sobrevivientes de
esta etnia de la cual deriva nuestro nombre. 43 años después, cuando por aquí
pasó Humboldt en 1800, no quedaba ninguno.
Croquis-copia de un plano hecho por el Alférez de Navío
Ignacio Milhau de la Real Expedición de Límites de 1754-1760.
El Original se encuentra en el Depósito de Guerra de
Madrid en España.
*Cronista de la Ciudad.
Nota: Todo lo aquí escrito ya ha sido escrito. Solamente
hago las Crónicas.
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