HISTORIA DE AMAZONAS A TRAVÉS DE LOS
DECRETOS:
La vez que Amazonas dejó de ser
un Estado
(Provincia) de Venezuela
*Por:
Miguel Guape
DECRETO DE 9 DE OCTUBRE DE
1861, QUE SUPRIME LA PROVINCIA
DE AMAZONAS Y POR TANTO EL
ARTICULO 99 DE LA LEY
DE DIVISION TERRITORIAL DE
LA REPUBLICA
José Antonio Páez
(1790 – 1873)
Presidente de Venezuela en tres
oportunidades
1er
Período :(1830 – 1835)
2° Período :(1839 –1843)
3er
Período: (1859 – 1863)
¿Cómo era la
República de Venezuela en ese Momento? ¿Quién era José Antonio Páez? ¿Por qué nos eliminó
como Provincia (Estado)?
Venezuela tenía 31 años de
separada de La Gran Colombia. Eran los tiempos de la continuación de la guerra de
la Venezuela violenta post independentista y los actores eran
los militares, entre ellos José Antonio Páez; Simón Bolívar ya había muerto en
1830.
JOSÉ ANTONIO PÁEZ
El Centauro de los Llanos
José Antonio Páez (Curpa, 1790 - Nueva York,
1873), caudillo de la independencia venezolana, su escuela fue la que ofrecían
los Llanos de Apure y su estirpe era la
del llanero. Aprendió todo aquello que un llanero debe saber: ojear el ganado,
medirse en el rodeo, armar la yunta, herrar, enlazar, colear. Para todo ello tuvo
que aprender a montar de forma tal que su cuerpo se fusionara con la bestia
hasta parecer un centauro. "Imagínese el lector cuán duro debía ser el
aprendizaje de semejante vida (diría Páez en su autobiografía), que sólo podía
resistir el hombre de robusta complexión o que se había acostumbrado desde muy
joven. [...] Mi cuerpo, a fuerza de golpes, se volvió de hierro, y mi alma
adquirió, con las adversidades en los primeros años, ese temple que la
educación más esmerada difícilmente habría podido darle."
Entre 1816 y 1818 José Antonio Páez se
consolidó como jefe supremo de los ejércitos llaneros. Su carisma era
impresionante y su temeridad se manifestaba en la estrategia del combate; se
hizo famoso por la táctica de "vuelvan caras", "¡vuelvan,
carajo!" o "volver riendas", que consistía en hacerse perseguir
por el enemigo y repentinamente darse la vuelta y emprender el contraataque. Este
llanero es uno de los protagonistas más destacados de la Guerra de la
Independencia y de la escena política del siglo XIX.
Con el propósito de unificar los ejércitos
venezolanos, Simón Bolívar se trasladó a los Llanos para entrevistarse con el
general Páez; el encuentro se produjo el 30 de enero de 1818 en el hato
Cañafístola. La unión de ambos ejércitos se realizó de manera inmediata,
gracias a la predisposición de Bolívar a otorgar tierras a los llaneros y al
carisma de Páez para seducir a sus hombres. Páez convenció a Bolívar de seguir
una estrategia que los llevaría a enfrentarse en proporción de 10 a 1 con Pablo
Morillo en las riberas del Apure y a vencerlo en la famosa batalla de las
Queseras del Medio, el 2 de abril de 1819. Desde ese encuentro el líder español
elogió y admiró cada vez más a su rival: “14 cargas sobre mis cansados batallones me
hicieron comprender que no eran una gavilla de cobardes, como me habían dicho,
sino hombres capaces de enfrentarse con las mejores tropas de SM El Rey”…“Dadme
5.000 llaneros y os haré dueño de Europa”…Eran tropas tan capaces y valerosas
como las mejores caballerías del mundo: los Cosacos del Dom. Esto da una idea de
quiénes tenía que ser líder; los llaneros llegaron a pelear en la guerra de
independencia y continuaron a Colombia, Ecuador, Perú y hasta ¡Argentina! llegaron.
Arturo Michelena ilustró en Vuelvan caras (1890) la táctica
favorita de Páez
La Cosiata - Disolución
de la Gran Colombia - 1ª Presidencia.
Páez nunca asumió plenamente el proyecto de
Bolívar de integrar las colonias liberadas en la «Gran Colombia» (1819-1830), (más
de 3 millones de Km2), confederación que agrupó los territorios de
Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. El clima de inestabilidad política
existente en toda la Gran Colombia en 1825 sería aprovechado por Páez para
iniciar su escalada definitiva al poder. El 13 de enero de 1830 estableció un
gobierno provisional y convocó elecciones. El Congreso (La Cosiata, La Cosita) aprobó una Constitución
pactada de corte centro-federal y lo nombró, en marzo de 1831, presidente
constitucional de la República de Venezuela para el período 1831-1835. Estará
vigente hasta el 18 de abril de 1857. Esa es la República, recortado sólo en
territorio, que ahora tenemos.
La «Gran Colombia» de Bolívar (1819-1830)
Segunda presidencia
El panorama político de 1834 perfilaba unos
comicios reñidos. José
María Vargas, representante del poder civilista, resultó
electo por mayoría para el período 1835-1839. Pero inmediatamente estalló la
llamada «Revolución de las Reformas», originada en las filas del ejército y
liderada por Santiago
Mariño y nuevamente José Antonio Páez entró en
escena con el objeto de pacificar la situación. En calidad de ministro de la
Defensa logró apaciguar la insurrección; fue famoso su «Decreto Monstruo», en
el cual se establecía la pena del cadalso para los cabecillas de la revuelta.
Para el año 1835 entrega el poder a José María Vargas, y en 1838 vuelve a ocupar su
segunda presidencia que asume el 1 de febrero de 1839, En enero de 1843, es sustituido en la
presidencia de la república por el general Carlos Soublette.
Reelegido
para el período 1839-1843, el peso de su inmensa influencia política se dejaría
sentir hasta 1847, e incluso en los tiempos del «Monagato» (1847-1858) y la
Guerra Federal (1859-1863), etapas en que los liberales intensificaron la lucha
contra la conformación conservadora que Páez había impreso a la República.
Oposición a José Tadeo
Monagas - 3ª Presidencia - Dictadura de J. A. Páez
J. A. Páez sale al destierro el 23 de mayo de
1850 bajo la primera presidencia de José Tadeo Monagas.
Volvió a Venezuela el 18 de diciembre de 1858
a solicitud del presidente Julián
Castro y de la Convención de Valencia, para que se
encargue del ejército y de la pacificación del país, convulsionado por el
alzamiento de los promonaguistas, liberales y federalistas. A su regreso,
fuerzas conservadoras leales a él derrocaron Pedro Gual, el presidente
constitucional y Páez lo sustituyó como Jefe Supremo de la República, el 10 de
septiembre de 1861. Ejerció el último poder
como Dictador desde esa fecha hasta el 15 de julio de 1863. Las
consecuencias de este golpe de Estado repercutieron hondamente desde entonces
en la historia de Venezuela, ya que por primera vez alguien recurría
exitosamente a la dictadura violentado la constitución y las instituciones
republicanas por motivos meramente personalistas. Esta acción sentó un claro
precedente de cómo alguien, con suficiente poder y evocando supuestas razones
superiores a la ley, podía pasar por encima de los poderes constituidos sin
problema alguno; un legado que no tardó en ser practicado por otros caudillos
venezolanos, mal del cual aún hoy en día sufrimos los venezolanos.
Todo el año 1862 y parte de 1863, condujo El
Centauro de los Llanos la guerra contra los federalistas encabezados por Juan
Crisóstomo Falcón.
Finalmente el Tratado de Coche pone fin a las
hostilidades. Páez gobernó nominalmente en Caracas hasta mediados de junio; el
13 de agosto salió de Venezuela por tercera y última vez, estableciendo su
residencia en los Estados Unidos.
El 6 de mayo de 1873 murió en Nueva York. Sus
restos fueron repatriados y sepultados en el Panteón Nacional, el 19 de abril
de 1888.
Al hacer un recuento de la vida de Páez, no se deja de remarcar el hecho de que, a la vez que magnífico guerrero, por
contraste no deja de llamar la atención su miopía y hasta ceguera realista y
visión estratégica en la política, salvo para sus intereses personales. Su posición de gran
estadista fue nula: instaló el militarismo y golpe de estado en Venezuela,
lastre que cargamos hasta los tiempos presentes; debido a su mezquindad nos
separamos de la Gran Colombia y a su falta de visión tuvimos grandes problemas
de límites con ella, los cuales perdimos todos debido a la incapacidad de los
gobiernos sucesores, militares todos, inaugurados por él. En la naciente República
no aceptó la incorporación del actual Arauca colombiano a Venezuela, hecho que
nos perjudicaría a posteriori. ¡Tenía su razón El Centauro! ¡Su mundo llegaba
hasta donde se miraba la sabana! ¡Venezuela siempre le quedó grande!
Y con
el presente decreto dejó al futuro estado Amazonas, más abandonado y
desamparado que nunca. Su sin razón la tenía: no éramos Venezuela situación que,
a casi 160 años, aún persiste.
A continuación presentamos el Decreto.
DECRETO DE 9 DE OCTUBRE DE 1861, QUE SUPRIME LA PROVINCIA
DE AMAZONAS, Y POR TANTO EL ARTICULO 99 DE LA LEY
DE DIVISION TERRITORIAL DE LA REPUBLICA
José Antonio Páez, Jefe
Supremo de la República,
CONSIDERANDO:
1º Que las esperanzas de incremento de población en
que fundó el legislador la creación de la provincia de Amazonas, están
desvanecidas, después de varios años de un ensayo estéril bajo el régimen especial
que se dio a esa provincia.
2º Que la posición topográfica y la vasta extensión despoblada
de su territorio requieren para su conservación como entidad política ciertos
elementos propios de que carece su escasa población indígena.
3º Que el sistema
de economía que se ha impuesto el Gobierno en presencia de las angustias del Erario
Nacional se opone al sostenimiento de un tren costoso de empleados que no esté
justificado por la utilidad inmediata de sus funciones;
DECRETO:
Artículo
1º - Queda suprimida la Provincia de Amazonas.
Artículo 2º - El territorio que abraza dicha Provincia
formará un Distrito dependiente de la de Guayana, para todos los efectos
civiles y políticos.
Artículo 3º -
Cesan en sus funciones todos los empleados de la extinguida Provincia de
Amazonas y se comete al Gobernador de la de Guayana el nombramiento de aquellos
que juzgue necesarios, hasta que se expida el decreto que organice
definitivamente,
Art. 4º - El Secretario de Estado en los Despachos de
lo Interior y Justicia queda encargado de la ejecución de este Decreto.
Dado en Caracas, a nueve de octubre de mil ochocientos
sesenta y uno.
JOSE A. PAEZ. - Por S. E.
–
El Secretario de Estado en los Despachos de lo
Interior y Justicia, Pedro José Rojas
*Cronista de Atures
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