Ciudad Bolívar: La primogénita Capital de nuestro estado Amazonas
de Venezuela
Por: Miguel Guape*
Los Amazonenses somos y seremos siempre un
componente muy importante de la Región Guayana por relación no solamente
histórica, también geográfica y hasta tectónica.
Actualmente estamos más
identificados como región amazónica que como guayaneses, aunque nuestros
orígenes evolucionaron de manera paralela y conjunta desde el principio de los
tiempos.
Guayana: tierra
bella, bravía y feraz, descubierta y denominada el Paraíso Terrenal por
Cristóbal Colón en su 3er viaje en 1498, despertó enseguida la ambición
y codicia de los Adelantados españoles de entonces: Ahí debía estar el tan
buscado Dorado.
En los primeros años la conquista de las lejanas tierras
americanas fue entonces encarada con la colaboración de particulares, quienes
recibirían el título de Adelantados,
con quienes la Corona firmaban contratos especiales denominados Capitulaciones.
Los gastos de la expedición corrían a cargo del
conquistador a cambio del título de Gobernador y una parte de las
tierras y el botin; otra parte, alrededor de un 20%, se reservaba para la Hacienda Real. Conseguir la Capitulación era sólo el primer paso, porque
aunque el Rey esbozaba en ella los lineamientos generales del contrato, ordenaba
a la Real Audiencia (de Santa Fe de Bogotá, en este caso) que determinara los
detalles. Los privilegios emergentes de la Capitulación aproximaban
al Adelantado a un Señor Feudal: éste pasaba a ser
Capitán General y Justicia Mayor con jurisdicción civil y criminal en el
territorio asignado, con derecho de hasta dos vidas, es decir que su título de
Adelantado era traspasable por herencia; tenía la facultad de encomendar indios
y de repartir tierras entre sus hombres, de eregir fortalezas, de acuñar moneda,
de dictar ordenanzas y de nombrar funcionarios subordinados. Además, se le
solía eximir del pago de ciertos impuestos. Este sistema de colonización
nace y muere en el siglo XVI. Fue sustituido
por los Virreinatos y Capitanías
Generales.
El primer
deslumbrado por estas tierras fue Diego de Ordaz quien junto a Hernán Cortés
conquistó el imperio de los aztecas y, entre sus hazañas en ese entonces, había escalado el
volcán Popocatepetl
(con vista desde Ciudad de México) de 5,452
metros. Fue el primer occidental que había subido hasta esa altura.
Provisto de su Capitulación (1530-1532) que abarcaba la parte norte de
suramérica desde la desembocadura del
río Amazonas hasta Maracapá (estado Sucre) recorrió el río Orinoco y fue el primer europeo en remontarlo llegando
hasta la confluencia con el río Meta. Los expedicionarios oyeron de los
indígenas la palabra UAYANA y con ese nombre quedó esta región para siempre.
LA CÉDULA REAL DEL 18 DE NOVIEMBRE DE 1568
En los últimos años de la década de 1560 hubo
cuatro capitulaciones dirigidas a la toma de posesión de estos espacios. En
1568 fueron firmadas las capitulaciones
de Diego Fernández de Serpa y de Pedro Maraver de Silva que tocaron los
terrenos entre el Amazonas y el Orinoco y en 1569 hubo las de Juan Ponce de
León que correspondió a la isla de Trinidad y de Gonzalo Jiménez de Quesada
(fundador de Bogotá) correspondiente a
las tierras entre los ríos Pauto (con este nombre se conocía al río Orinoco y
corresponde a un afluente del río Meta, en Colombia) y Papamene (así se llamaba
al actual río Caquetá, en Colombia; en Brasil toma el nombre de Yapurá,
afluente del Marañón).
De las cuatro capitulaciones sólo dos, las de Serpa
y Quesada, resultarían en un proceso de poblamiento que conduciría a su
reconocimiento como provincias de la corona. La de Serpa generaría la provincia
de Nueva Andalucía que quedaría limitada a una franja de tamaño mediano entre
el Caribe y el Orinoco. La de Quesada generaría, años después, la provincia de
Guayana, aunque nunca llegó a pisar estas tierras; esta hazaña la realizaría su
heredero, don Antonio de Berrío.
Es así como los guayaneses nacimos jurídicamente en la
capitulación de la Corona de España con el adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada
firmada en El Escorial el 18 de noviembre de 1568 “que estipulaba unas 400 leguas, a la creación de la inmensa provincia
de Guayana que cubrió todas las tierras del noreste del continente.
La Capitulación fue enviada a la Real Audiencia de
Santa Fe para que allí se establecieran las detalles que regirían la ejecución
de la expedición y que asegurarían para la corona y para el Adelantado las
cláusulas de poder político y económico que convinieran.
Jiménez de Quesada quería una aclaratoria sobre las 400
leguas por si acaso encontrara que esta cantidad de terreno no cabría dentro
del espacio entre los dos ríos y si pudiera pasar a acabar de contarlas en la
otra banda de los ríos siempre que no tocaba a la gobernación de otro. También,
para evitar confusiones en caso de su muerte, pidió que se aclarara más lo del
heredero-sucesor. Todo esto lo obtuvo,
fechada el 21 de julio de 1569. En los documentos sus derechos
quedarían muy claros.
La expedición de Quesada salió en Navidad de 1569. Durante 3 años buscaron muy al sur por los
llanos sin encontrar ni sitio para levantar un poblado. Al final, la mayoría de
los expedicionarios desertaron o quedaron muertos en el camino y sólo unos 25
hombres esqueléticos volvieron, vencidos por las inmensas distancias y sus
sueños rotos.
EL SUCESOR DEL ADELANTADO
Gonzalo Jiménez de Quesada murió en febrero de 1579
y esta noticia fue transmitida a España a la casa de sus herederos en Berja, un
pequeño pueblo en la baja Alpujarra de la provincia de Almería. El Adelantado
no dejó herederos directos y en su testamento citó como sus sucesores a su
sobrina y a su esposo.
María de Oruña estaba casada con el capitán Antonio
de Berrío, quien había sido un compañero de armas de su padre. Él gestionó con
la corona el traslado con su familia al Nuevo Reino. A final de 1580, la
familia entera y varios acompañantes desembarcaron en Cartagena, subieron
el río Magdalena y siguieron por tierra hasta llegar a Santa Fe de Bogotá.
Una vez que conoció el ambiente en el Nuevo Reino y
exhortado por una cláusula en el testamento de Jiménez de Quesada, introdujo su
petición de seguir con la jornada de descubrimiento con nuevas exigencias que fueron atendidas:
1. Que gozara la Gobernación por tres vidas.
2. Que la gente que le acompañara también gozaría las encomiendas por
igual tiempo.
3. Que a falta de una sucesión legítima, pudiesen ser herederos los
hijos ilegítimos o parientes.
4. Que los soldados que le acompañaran fuesen reconocidos como hidalgos.
5. Que nadie más pudiera entrar en los límites de su gobernación.
6. Que su hijo mayor y sus sucesores heredasen con el título que él
escogiere.
Don Antonio de Berrío siguió con la
búsqueda del Dorado y llevó la capitulación de Quesada, que estipulaba unas 400
leguas, a la creación de la inmensa provincia de Guayana que cubrió todas las
tierras del noreste del continente.
Provincia de Guayana
y Gobernación de Berrío.
La conquista de Berrío se realizó por medio de tres
jornadas que cubrieron un espacio de ocho años, desde 1584 hasta 1592. Llegó
hasta el río Caroní, que desde entonces fue considerado por él como la puerta
para entrar a Manoa. Sus descubrimientos lo llevaron al conocimiento geográfico
de la región del Meta, el Guaviare y el río Orinoco. Es Berrío quien se da
cuenta de la importancia de la cláusula sobre las tierras entre el Pauto y el
Papamene. Advierte que el problema no es que no quepan las 400 leguas, sino que
las tierras que va tomando en posesión para la corona exceden en mucho lo que
fue señalado en la capitulación. Poco a poco va dándose cuenta de lo que tiene
entre manos y en 1594 escribe al Rey para poner en cuenta a la corona de esta situación
geográfica excepcional.
Don Antonio de Berrío
Padre de la Guayana
Las 400 leguas se amplían a cubrir un
espacio gigantesco que empieza por la boca del río Orinoco, sigue por el Meta y
el Pauto para luego bordear el pie de monte de los Andes orientales hasta el
río (Caquetá-Yapurá) (el Papamene), sigue corriente abajo hasta desembocar en
el Amazonas (el Marañon) que fluye al este hasta verterse en el Atlántico para
luego seguir la costa noreste del
continente hasta llegar una vez más a la boca del Orinoco. ¡Un verdadero
dominio feudal!
Ha sido imposible conseguir
el acta de fundación de la Ciudad de Santo Tomé de Guayana, actual Ciudad Bolívar.
Los historiadores fijan la primera fundación el 21 de diciembre de 1595. Estaba
ubicada a 80 leguas de la desembocadura del río Orinoco y 2 leguas de la
confluencia del mismo río con el río Caroní. Luego hubo 5 mudanzas más. Una vez
fundada se convirtió en el blanco de una serie de ataques y saqueos que se
prolongarían por siglo y medio por parte de las potencias europeas enemigas de
España, cuyo único propósito era impedir que se consolidara en El Dorado.
Solo existían 5 Provincias
anteriormente fundadas: Trinidad, Margarita, Venezuela (Caracas), Nueva
Andalucía y La Grita.
Las
primeras Provincias de Venezuela
Posteriormente, el
gobernador Joaquín Sabás Moreno de Mendoza, cumpliendo un mandato del Rey
Carlos III (por sugerencia de la finalizada Comsión de Limites) la trasladó en
1764 con el nombre de Angostura del Orinoco a donde actualmente está y es la
actual Ciudad Bolívar, llamada así desde 1846.
Ciudad Bolívar ha sido la
Capital del actual estado Amazonas desde su fundación en 1595 hasta 1857 cuando
José Tadeo Monagas creó la Provincia de Amazonas, capital San Fernando de Atabapo; José Antonio Páez nos eliminó como
Provincia en 1861 y la abscribió de nuevo a la Provincia de Guayana, con el
antiguo nombre y categoría de Cantón de
Río Negro. Ciudad Bolívar volvió a ser nuestra capital hasta 1864, cuando el gobierno de Antonio
Guzmán Blanco creó el Territorio Federales Amazonas, posterior estado Amazonas desde el año de 1992.
Ciudad Bolívar ha sido nuestra capital
durante ¡265 años en total! En más de 400 años hemos sido Cantón, Distrito, Provincia, Territorio Federal y
Estado. Aunque ¡curioso! en 1843 fuimos un Distrito, dependiente del Cantón
Alto Orinoco con Capital ¡Caicara!, ambos sujetos a la gran Capital de
Provincia.
Este ha sido un recorrido por la región más ricas y hermosas del
planeta y a la cual los amazonenses pertenecemos y estamos hermanados: Guayana.
*Cronista del Municipio Atures
Nota: Todo lo aquí
escrito ya ha sido escrito. Solamente hago las Crónicas.
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